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miércoles, 30 de octubre de 2013

Historias de reflexion


 
 
Había una vez un rey que tenia cuatro esposas.
Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Solo le daba lo mejor.
También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.
También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.
La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella le amaba profundamente, apenas se fijaba en ella.
Un día, el rey enfermó y se dio cuenta que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo, pero cuando muera... ¡estaré solo!".
Así que le preguntó a su cuarta esposa:
"Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo... ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
"¡Ni pensarlo!", contestó la cuarta esposa, y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.
El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:
"Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
”¡No!”. Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!"
Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.
Entonces preguntó a su segunda esposa:
"Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
"¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", Contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte".
Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.
Entonces escuchó una voz:
"Me iré contigo y te seguiré donde sea que tú vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición...
Profundamente afectado, el monarca dijo:
"¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"
En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.
Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.
No importa cuanto tiempo y esfuerzo invitamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando nos muramos.
Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.
Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.
No importa cuánto nos hayan sido de apoyo aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.
 
Y nuestra primera esposa es el alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara donde quiera que vayamos.
Así que..., ¡Cultívala, fortalécela y cuídala ahora! Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.
¡Déjala brillar!
 
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miércoles, 23 de octubre de 2013

Tarjetas


Reflexiones


 
 
 
Había una vez un rey que tenia cuatro esposas.

Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Solo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella le amaba profundamente, apenas se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo, pero cuando muera... ¡estaré solo!".

Así que le preguntó a su cuarta esposa:

"Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo... ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"

"¡Ni pensarlo!", contestó la cuarta esposa, y se alejó sin decir más palabras.

Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:

"Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"

”¡No!”. Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!"

Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa:

"Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"

"¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", Contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte".

Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.

Entonces escuchó una voz:

"Me iré contigo y te seguiré donde sea que tú vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición...

Profundamente afectado, el monarca dijo:

"¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.

No importa cuanto tiempo y esfuerzo invitamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando nos muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.

No importa cuánto nos hayan sido de apoyo aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

 

Y nuestra primera esposa es el alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara donde quiera que vayamos.

Así que..., ¡Cultívala, fortalécela y cuídala ahora! Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.

¡Déjala brillar!

martes, 22 de octubre de 2013

Tarjetas




Si solamente te centras en lo pequeño, en muchas ocasiones te pasará desapercibido lo grande.

Tarjetas










Lagrimas de mujer













- "¿Por qué lloras mamá?" - le preguntó un niñito a su madre.
- "Porque soy mujer" - le contestó la mujer.
- "Pero yo no entiendo" - dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y abrazándolo le dijo: - "Y nunca lo entenderás..."
Más tarde el niñito le preguntó a su padre:
- "¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?"
- "Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón..." - era todo lo que el padre le podía contestar.

El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué las mujeres lloraban. Un día el niño convertido en hombre se arrodilló y le preguntó a Dios: - "Señor, por qué lloran tan fácilmente las mujeres?"

Y Dios le dijo:
"...Cuando hice a la mujer tenía que hacer algo muy especial. Hice sus hombros lo suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente tiernas para confortar a quien lo necesite. Le concedí el poder de dar la vida y una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos. Le di una fortaleza para que pudiera seguir adelante y cuidar a su familia a pesar de las enfermedades y la fatiga, y sin quejarse cuando otros se rinden. Le di la sensibilidad para amar a sus hijos bajo cualquier circunstancia con amor incondicional, aun cuando éstos la hayan lastimado mucho. Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor de sus hijos niño desaparezca, y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia e incluso de la edad madura. Le di fuerza suficiente para que pudiera perdonar las faltas de su esposo y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón. Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo. Pero hijo, ...para poder soportarlo todo, le di lágrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse mas allá de las palabras; esa es su única debilidad ... lágrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad; al derramarlas vierte un poquito de amor en cada una, que se desvanece en el aire y salva la humanidad."

Gracias Dios por haber creado a la mujer... ahora comprendo el sentir de mi madre, hermana, esposa... respondió el hombre con suspiro fuerte.
La belleza de una mujer no está en su ropa, ni en su cara, ni en la forma como se arregla el cabello. La belleza de la mujer reside en sus ojos, que son la puerta de entrada a su corazón, la puerta donde reside el amor. Es por eso que a menudo y través de esas lagrimas podemos ver su corazón. Todas las mujeres son bellas.

El verdadero amor



Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio.
Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente...

Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital... Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas.
El pidió a mi hermano teólogo que le dijera dónde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella.  Mi padre escuchaba con gran atención.  De pronto pidió: "llévenme al cementerio".

Papá -respondimos-, ¡son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!
Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: “No discutan conmigo por favor. No discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años”.
Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida.
Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos:
"Fueron 55 buenos años saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así". Hizo una pausa y se limpió la cara.

"Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, cambio de empleo… Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad… compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos… rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores.
Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, y ¿saben por qué? Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida.  Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas.
Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.
Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían.

Reflexión:

El verdadero amor dura toda la vida y es uno de los más grandes tesoros que podemos tener en nuestras vidas. El tiempo no espera a nadie. Atesora cada momento que puedas compartir con quienes amas.

lunes, 21 de octubre de 2013

Tarjetas







Confusión en el Cielo ...





Cierta vez, le pregunté a Ramesh, uno de mis maestros de la India:

- Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños, muriendo ahogadas en un vaso de agua?
El simplemente sonrió y me contó esta historia...
"Era un sujeto que vivió amorosamente toda su vida.

Cuando murió, todo el mundo dijo que se iría al cielo.

Un hombre bondadoso como él solamente podría ir al Paraíso.

Ir al cielo no era tan importante para aquel hombre, pero igual el fue para allá. En esa época, el cielo todavía no había tenido un programa de calidad total.
La recepción no funcionaba muy bien.

La chica que lo recibió dió una mirada rápida a las fichas que tenía sobre el mostrador, y como no vio el nombre de él en la lista, lo orientó para ir al Infierno.

En el Infierno, Ud. Sabe cómo es. Nadie exige credencial o invitación, cualquiera que llega es invitado a entrar.

El sujeto entró allí y se fue quedando.
Algunos días despues, Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro:

- Esto es sabotaje! Nunca imaginé que fuese capaz de una bajeza semejante.

Eso que Ud. está haciendo es puro terrorismo!
Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro preguntó, sorprendido, de qué se trataba.

Lucifer, transtornado, gritó:

- Ud. mandó a ese sujeto al Infierno y él está haciendo un verdadero desastre allí.

El llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas.
Ahora, está todo el mundo dialogando, abrazándose, besándose. El Infierno está insoportable, parece el Paraíso!

Y entonces hizo un pedido:

- Pedro, por favor, agarre a ese sujeto y tráigalo para acá!"
Cuando Ramesh terminó de contar esta história me miró cariñosamente y dijo:

- Vive con tanto amor en el corazón, que si por error, fueses a parar el Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraiso.

Los problemas forman parte de nuestra vida, pero no dejes que ellos te transformen en una persona amargada. Las crisis siempre sucederán y a veces no tendrás opción.

Tu vida está sensacional y de repente puedes descubrir que un ser querido está enfermo; que la política económica del país cambió, y que infinitas posibilidades de preocupación aparecen.

En las crisis no puedes elegir, pero puedes elegir la manera de enfrentarlas.

Y, al final, cuando los problemas sean resueltos, mas que sentir orgullo por haber encontrado la solución, tendrás orgullo de ti mismo.


Tarjetas





Tarjetas







Reflexiones






- La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.
(Alberto Moravia (1907-1990) Alberto Pincherle. Escritor italiano)
- El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos. (antiguo proverbio turco)
- El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte. (Len Wein)

- Este es el primer precepto de la amistad: pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos. (Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano)


Frases Amistad...









Si logras tocar el corazón de otra persona
conocerás realmente lo que es el amor por los demás.

               
Si alguien te da cariño y amistad, acéptalo sin tantas preguntas.


                 Lo especial es cuando  se ofrece amor sin pedir nada a cambio.




                                     Así es la amistad



domingo, 20 de octubre de 2013

Algunas Amistades Son Eternas...











Algunas veces encuentras en la vida
una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida
la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reír sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.

Ese alguien que te convence
de que hay una puerta lista
para que tú la abras.
Esa es una amistad eterna…

Cuando estás triste
y el mundo parece oscuro y vacío,
esa amistad eterna levanta tu ánimo
y hace que ese mundo oscuro y vacío
de repente parezca brillante y pleno.

Tu amistad eterna te ayuda
en los momentos difíciles, tristes,
y de gran confusión.
Si te alejas,
tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino,
tu amistad eterna te guía y te alegra.
Tu amistad eterna te lleva de la mano
y te dice que todo va a salir bien.
Si tú encuentras tal amistad
te sientes feliz y lleno de gozo
porque no tienes nada de qué preocuparte.
Tienes una amistad para toda la vida,

ya que una amistad eterna no tiene fin.



VALE











Un día a la vez












Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar.
Dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.
Uno de esos días es ayer.
Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores y tristezas. Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y todo el dinero del mundo no podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar una palabra

Ayer ya pasó.

El otro día sobre el que no debemos de preocuparnos es mañana.
Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros. Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes, pero subirá. Hasta que llegue no tenemos parte en mañana, pues aún no ha nacido.
Y sólo queda un día: HOY
Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día.
Cuando nos cargamos con esas horripilantes eternidades, el Ayer y el Mañana, nos derrumbamos. No es la experiencia de hoy lo que lastima a los hombres, sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el mañana. Vivamos pues, tan sólo un día a la vez, y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.




Reflexiones De Amistad..












Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron refrescarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

Hoy mi mejor amigo me salvó la vida.

Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena
y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:


“Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo”.

sábado, 19 de octubre de 2013

Siempre contigo...







Pensándote, en mis eternos silencios
te escucho, en tus bellos y tiernos versos,
tu palpitar me llega, desde lejos
sufro hoy, por tus congojas y cilicios,
Siento también tu piel, así estés lejos
los roces de tu epidermis, me alcanzan,
tus mil besos, en mi boca descansan
cuando enviados son, en lenticos dejos.


Mis sueños, acompañaran tus sueños,
me entrego a ti, sin alguna medida,
para un candor, donde no hay despedida
y calmar con mi calor, tus desdeños.

 Tu voz me llega, como suaves brisas
como del mar llega, corriente grácil,
el sentimiento crece así de fácil
como doy, mil abrazos y sonrisas.